A los últimos días de abril se les conoce como “el veranillo del cuco” porque son días donde habitualmente se produce un ascenso de las temperaturas que coincide con la llegada del cuco, temperaturas que también es habitual que cuando entre mayo desciendan.
Recordemos que la semana pasada celebramos San Jorge, patrón de Aragón y Castilla, y que por desgracia nadie ha conseguido derrotar todavía al dragón del Covid-19. Por ese motivo se prorroga el confinamiento, aunque si todo va bien a partir del día 2 de mayo ya podremos salir a pasear y realizar deporte al aire libre. El día de San Jorge también es el día del libro, rememorando el fallecimiento de Cervantes, aunque este se produjo el día 22, y Shakespeare. La verdad es que gracias al confinamiento estoy leyéndome muchos libros que tenía pendientes, algo bueno debe tener estar encerrado en casa, aunque preferiría poder salir a disfrutar de esta lluviosa primavera. Y hablando de naturaleza no podemos obviar que San Jorge le da nombre a una seta, Calocybe gambosa, también conocida como Seta de San Jorge y en el norte como perretxiko.
Gamones.
No podemos olvidar de igual manera que un día antes, el 22 de abril, se celebraba el “Día de la Tierra” y que este año más que ningún otro hemos podido comprobar la perjudiciales que son algunas prácticas humanas para la salud del planeta. Espero que hallamos aprendido algo, aunque personalmente lo dudo mucho porque como digo Quevedo “Poderoso caballero es Don Dinero” y en cuanto esto pase las grandes empresas y los gobiernos volverán a poner la economía y los beneficios por encima de todo.
Una cosa es segura, abril está cumpliendo su papel en el refranero y está siendo de lluvioso, por tanto, a mayo le corresponde ser florido y hermoso, cual paisaje del pintor Paul Guy Gantner. Creo que nadie a estas alturas de siglo XXI dudará que el agua es vida y cuando las primaveras son húmedas la explosión de vida, en campos, bosques, montañas, ríos, charcas y en nuestros cielos, es fastuosa.
Es estos días nuestros cielos están comenzando a llenarse de vencejos, protagonistas de un refrán que estos días debería aplicarse más de un político: “Dar el consejo y el vencejo”. Pero será en las cálidas tardes venideras cuando ese cielo se llene del canto del vencejo, ese sonido que nos acompaña durante los meses estivales esta producido al emitirse conjuntamente los “sriií” de los machos y los “suiií” de las hembras mientras vuelan. Por estos mismos cielos, que a ratos están azules y ratos grises como corresponde a una autentica primavera, hemos visto llegar planeando a esas cometas aladas que son los milanos negros y aguiluchos pálidos; de forma más reservada a nuestros bosques ha llegado la bella oropéndola recordándonos con su canto que no esta acostumbrada a las temperaturas de nuestra comarca; en las parameras y campos de cereal como “ex nihilo” las collalbas rubias corretean buscando la piedra o el arbusto propicio para resguardar y proteger su rudimentario nido situado en el suelo, sin perder ojo al cielo donde patrullan distintas rapaces en busca de alimento; en las zonas más húmedas de prados, en las diferentes salinas de la comarca, en estanques, ríos o ribazos cercanos a nuestros campos de labor las bellas lavanderas, boyera y cascadeña, andarán agitando su larga cola mientras corretean en busca de insectos adultos o larvas y escarabajos; al igual que las pequeñas cigüeñuelas que tanto nos recuerdan a las imponentes cigüeñas blancas.
Lavandera boyera.
Pero la llegada de estas aves desde el sur a pasar el verano con nosotros tiene mucho que ver con la aparición de grandes cantidades de insectos que en estos días intensifican su actividad. Los floridos prados se llenan de avispas, abejas, mariposas, escarabajos, moscas, alacranes cebolleros y grillos, que nos alegrarán las noches cálidas con su repetitivo estridular; mientras en las zonas húmedas se produce la eclosión de millones de dípteros, tricópteros, plecópteros. A su vez en los tallos de las plantas de las orillas las ninfas de libélulas y caballitos del diablo escalan para abandonar su exuvia y olvidar su vida submarina y comenzar su nueva vida aérea. Todos estos insectos intentarán cumplir con su breve ciclo vital, a la vez que servirán de alimento a muchas aves y peces, como la trucha, cacho o la pequeña bermejuela que esta comenzando ya sus puestas; al igual que el mayor depredador del río, el lucio. En esos ríos peces, reptiles, anfibios e insectos son testigos estos días del naciendo en sus madrigueras de las pequeñas nutrias, probablemente el animal mas juguetón de nuestra fauna.
Amentos de encina.
Nos alejamos del río, buscando la sombra y el frescor que nos proporcionan los bosques en los días cálidos, en esos bosques las camadas de garduñas y ardillas comienzan su andadura por el mundo. Curiosamente esos bosques también están floreciendo las hayas, robles y encinas donde destacan los largos amentos colgantes de las flores machos que adornan sus ramas; en los pinares, los pinos se adornan con los conos naranjas de las flores macho que repletas de polen dejaran en manos del viento y las aves su futuro, sabremos que el ciclo reproductor habrá terminado cuando paseando observemos en suelo del pinar amarillo de todo el polen que no consiguió cumplir su misión.
Mas cerca de nosotros y de nuestros pueblos también comienzan su vida las crías de la comadreja, pequeño mustélido perseguid y odiado, sobre todo por quien tiene gallinas y por cazadores al alimentarse de conejos, liebres y perdices, pero obviando que también son muy beneficiosas porque comen muchos ratones, ratas y topillos. Algunos murciélagos, de cueva y rabudo, también han sido padres y se unen a las aves para librarnos de millones de insectos, nunca podremos agradecérselo suficiente y es la razón por la cual debemos cuidar y proteger a nuestros aliados contra los molestos mosquitos.
Culebra de escalera.
Muchos reptiles han empezado sus cortejos como es el caso de galápagos, culebra de escalera, culebra de agua y víbora. Muy curioso el cortejo de las salamanquesas en el cual el macho atrae a la hembra con una especie de canto y cuando la hembra se muestra interesada la muerde en el abdomen para retenerla y estimularla, como se puede comprobar lo de los mordisquitos amorosos tampoco lo hemos inventando los humanos.
Como comentamos en el capitulo anterior nuestros campos se están vistiendo de blanco y amarillo. El blanco lo ponen endrinos, majuelos, saucos, rosales silvestres, gamones, sanguinaria y algunas jaras; el amarillo jacintos, hinojos, aliagas, retamas, cardillos, dientes de león y el peligroso beleño. Y como premio a toda esta belleza también comienzan a florecer las delicadas orquídeas que convierten a nuestra comarca en un tesoro digno de contemplar con tranquilidad y de dedicar un tiempo a percibir sus múltiples aromas.
Jara.
Para finalizar solamente nos cabe esperar que esto acabe pronto y podamos salir a recoger los deliciosos espárragos trigueros, cardillos y setas que nos regala la madre Tierra, para celebrar que su día no solo es el 22 de abril si no todos los del año, y con ellos realizar un suculento revuelto con el que celebrar el fin del confinamiento.
Texto y fotos: Javier Munilla