Hoy comenzamos una serie de artículos, con periodicidad semanal, que duraran hasta que termine nuestro confinamiento. Es la mejor forma que tenemos para poner nuestro pequeño granito de arena en hacer que estos días pasen lo más rápido posible y si de alguna forma conseguimos que cada día más personas se enamoren de la naturaleza y la protejan, eso que nos llevamos de esta experiencia.
Almendro en flor.
En estos artículos os voy a intentar mostrar los distintos sucesos que los amantes de la naturaleza solemos poder apreciar en esta época del año en nuestra comarca y que con gran tristeza este año no creo que podamos disfrutarlos.
En primer lugar, comentar que la pasada semana ha sido bastante cambiante climatológicamente hablando hemos pasamos de temperaturas máximas de 16’7º C el domingo 29, a la nieve y la lluvia con temperaturas máximas de 5’6º C del lunes, aunque a partir del miércoles las temperaturas se estabilizaron entre los -3º C y los 14º C.
Pero estos sucesos climatológicos, aunque duros para la vida silvestre, no consiguen paralizar las actividades que han comenzado en los distintos ecosistemas. Desde mi confinamiento y mirando los montes que rodean Sigüenza he podido observar que han empezado a florecer las primeras aliagas (Genista scorpius) y eso es señal de que muy pronto nuestros yermos y seco montes se vestirán de un intenso color amarillo y llenaran el ambiente con su característico aroma mientras que las laboriosas abejas zumbaran entre sus flores y recolectaran el polen y el néctar para realizar la excelente miel mientras polinizan las plantas. Que importantes son las abejas para la vida en nuestro planeta.
Almendro en flor. Detalle.
Justo antes del confinamiento pude observar que habían comenzado a florecer malvas, violetas, tomillos, hierba de campanario, diente de león y en las pequeñas charcas y en los ríos florecían los blancos ranúnculos. En algunos lugares de nuestra Sierra Norte, y del Alto Tajo, los tejos estarán engalanados con sus minúsculas flores blancas, mientras en el resto de la comarca los almendros, manzanos, ciruelos, cerezos y prunos ya florecidos estarán dejando unas bellísimas imágenes, si la nieve y las últimas heladas no han fastidiado las flores.
En las riberas de los ríos alisos, sauces y chopos estarán dejando ver sus primeros brotes y en los campos que están empezando a florecer ya habían aparecido las primeras mariposas entre las últimas que pude observar se encontraban la especies Blanca esbelta, Blanquiverdosa, Limonera, Sofia, Saltacercas y Arlequín. En esos mismos ríos comenzaran a verse los alevines de trucha nadando y a la flecha azul que es el martín pescador zambulléndose para intentar capturar alguno mientras los ánades azulones nadaran de cortejo entre las cañas; en las charcas comenzaran los cantos de las ranas y estarán depositados los cordones de las puestas de sapo común; de la misma manera las primeras lagartijas salidas de la hibernación estarán calentándose al sol en las paredes y rocas.
Mariposa arlequín.
Si observamos al cielo podemos ver los pasos de muchas aves migratorias que vienen a pasar el verano con nosotros, ya han llegado las golondrinas y casi seguro que también los alimoches. Anteriormente lo hicieron algunas currucas, como la zarcera, y los ruiseñores que ya he podido escuchar desde mi ventana en estas silenciosas noches. Así mismo, nos estamos perdiendo disfrutar de los mejores cantos de distintos machos, ataviados con sus mejores y más coloridas plumas, intentando atraer a las hembras. Machos de herrerillos, carboneros, currucas capirotadas, jilgueros, petirrojos, pinzones o los melodiosos mirlos; incluso echo de menos el insistente “bu,bu,bú…bu,bu,bú” de la abubilla o los zureos de palomas y tórtolas turcas.
En las paredes rocosas de Pelegrina, Aragosa, La Cabrera, Huermeces, Santamera y en otros muchos lugares más es probable que todavía estén incubando los buitres leonados, al mismo tiempo en muchos pueblos de la Sierra Norte comiencen a hacerlo las cigüeñas, mientras en otros acantilados los polluelos del búho real ya estén fuera del cascarón.
Corzo desde la ventana y primeras flores de las aliagas.
Si estuviéramos paseando por nuestros montes podríamos cruzarnos con las primeras camadas de conejos y con suerte con los combates de boxeo de nuestras liebres. Levantar a los corzos machos aun con la “borra” que cubre sus cuernos o sorprenderlos mientras se descorrea contra un majuelo o cualquier otro arbusto; también deberíamos andar con cuidado de no levantar a ninguna perdiz que ya estarán incubando su próxima generación de perdigones.
Y para terminar el artículo de esta semana, mucho me temo que este año no podremos saborear un delicioso plato de Setas de Marzo con almejas o unas truchas rellenas con ellas. Que le vamos hacer otro año será.
Espero que os haya gustado y la semana que viene os cuento más cosas que nos estamos perdiendo. Cuidaros y los que podáis, quedaros en casa porque es la forma más rápida de conseguir que pronto volvamos a salir de ella.