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Estos días de finales del verano y principios del otoño en las cunetas de las carreteras y, sobre todo en las de la autovía, podemos observar las amarillas inflorescencias de la Dittrichia viscosa. Una planta que ha llegado a nuestra comarca, en el centro de Península Ibérica, por sus propios medios desde la costa mediterránea como veremos más adelante.

Dittrichia viscosa en la cuneta de una carretera.

Pero ahora mismo lo que sorprende a todos los que salimos a disfrutar de la naturaleza es su abundante floración, justo cuando la mayoría de las especies han concluido ya su ciclo biológico. Esto hace que esta planta sea muy valorada como fuente de alimento pormuchos insectos y, por tanto, es una planta es muy visitada por los insectos en esta época del año. Y es indiscutible que en estos meses la Dittrichia viscosa se convierte en la planta más vistosade los espacios más pobres.

La Dittrichia viscosa es una planta perenne de base leñosade hasta 1,5 m de alta, cuyas hojas son tomentosas en el envés y pegajosas, llenas de pelillos glandulares que exudan dicha sustancia pringosa. Este tipo de hojas son muy importantes para controlar su régimen hídrico, ya que estas hojas son capaces de reflejar la radiación y reducir la transpiración. La Dittrichia viscosa pertenece a la familia de las compuestas, de modo que lo que vulgarmente llamaríamos flor es en realidad un gran conjunto de flores agrupadas en capítulosde un atractivo color amarillo-dorado. La base leñosa les otorga resistencia a las agresiones.

El ciclo biológico que la hace florecer al comienzo del otoño, tan distinto a la mayoría de las hierbas, no es casual ya que durante estas fechas son muy escasas las plantas con flores tan llamativas y esto le proporciona la máxima atención por parte de los insectos polinizadores que todavía necesitan las reservas que ofrece la Dittrichia viscosa para pasar el invierno, lo cual garantiza su reproducción.Además, tras la floración brotan de cada planta una increíble multitud de semillas que, ayudadas por sus plumosos vilanos, se esparcirán con el mínimo soplo de viento y serán trasportadas a grandes distancias. Aunque su origen es la cuenca mediterránea, su increíble capacidad de adaptación a medios difíciles y la fácil dispersión de sus semillas, han hecho que la Dittrichia viscosa haga acto de presencia en prácticamente todos los continentes.

Ramas de Dittrichia viscosa

Pero no todo el mérito de su conquista territorial radica en su sistema de dispersión ya que la Dittrichia viscosa emplea las sustancias químicas que emite para la preparación del terreno. Estas sustancias que segregan sus hojas inhiben la germinación de otras semillas, eliminando competidores y facilitando su consolidación. No deja de ser sorprendente la resistencia ante posibles competidores o ante su depredación por parte de herbívoros, que la rechazan invariablemente por muy hambrientos que estén ya que la Dittrichia viscosa emite un olor parecido a las cistáceas poco agradable o incluso repelente para sus posibles consumidores.

Su aroma recuerda al ládano de la jara pringosa, Cistus ladanifer. Pero hay más semejanzas entre la jara y la Dittrichia viscosa, ya que ambas están perfectamente adaptadas a la presencia del fuego. De hecho, son consideradas pirófitas, ya que arden con facilidad fomentando el fuego a sabiendas de que sus semillas, rodeadas de una dura cutícula resistirán fácilmente las altas temperaturas y fructificarán abundante y profusamente tras el incendio, de manera que serán las primeras en germinar y establecerse, mientras que para otras muchas especies menos adaptadas supondrá la desaparición.

La Dittrichia viscosa crece en terrenos baldíos, removidos, generalmente bordes de caminos o campos de cultivo roturados.

Su nombre Dittrichia viscosa proviene de Dittrichia en honor al botánico alemán Manfred Dittrich y del latín “viscum” y que significa “pegajoso”, en clara referencia a las cualidades de sus hojas.

En el sur es conocida como”olivarda” porque es utilizada como protectora de las aceitunas, puesto que en ella suele reproducirse e invernar la Eupelmus urozonus una especie de avispa depredadora de la mosca del olivo, Bactrocera oleae, y su presencia sirve de control natural de esta plaga tan dañina para los olivares. Observaciones hechas en Grecia muestran que en olivares renovados en los que se eliminó la olivarda fueron atacados por la mosca del olivo y la producción cayó de forma alarmante.

La Dittrichia viscosa era usada como un insecticida natural; para ello se colgaban manojos de esta planta del techo en las casas y establos, a ella acudían las moscas atraídas por la sustancia viscosa de sus hojas y quedaban pegadas; cuando anochecía, se metía el manojo de Dittrichia viscosa en un saco, se cerraba y fuera de la casa se apaleaba o quemaba para matar las moscas que iban adheridas. Al día siguiente se colgaba una nueva mata y se repetía la operación y por ello es conocida en muchos lugares como “hierba mosquera” o “matamosquera”.Otro empleo que le han dado los pastores, era mezclarla con paja en la cama del ganado para ahuyentar o retener las pulgas en la sustancia viscosa. Por lo que en algunas localidades se llama asimismo “hierba pulguera”.

Flores de la Dittrichia viscosa.

Como hemos comentado anteriormente esta especie es atrayente de numerosos insectos polinizadores y de muchos insectos depredadores y parasitoides que son beneficiosos para controlar las plagas de los cultivos hortícolas. Por tanto, como decíamos antes con los olivares, esta planta silvestre es perfecta para tenerla muy cerca del huerto o en los márgenes de éste.

Sus aplicaciones etnobotánicas son conocidas desde la antigüedad, debido a las propiedades balsámicas y antisépticas dadas por la presencia en ella de eucaliptol. Las flores y hojas de esta planta se han utilizado como base para el ungüento que pastores han utilizado durante milenios para cicatrizar heridas. Majando sus hojas que exudan una substancia viscosase produce una pasta que aplicada como cataplasma sobre la herida abierta o en quemaduras y esta ayudaba a que se cure con mayor rapidez. También se ha usado para los esguinces cociendo la flor y hojas en el agua y se mete después el pie, Como remedio para las molestias de la artritis o el reuma, para lo que se tomaba la infusión de sus hojas; se tomaba dicha infusión en ayunas dos veces por semana, “aunque nunca en más cantidad ya que la planta puede resultar tóxica”. También tiene propiedades analgésicas y era utilizada contra el dolor de muelas; diuréticas y como remedio para casos febriles, problemas digestivos y para expulsar gusanos intestinales, aunque como decíamos su uso por vía interna puede acarrear complicaciones y no está recomendado por su toxicidad. En el norte de África se ha usado de forma efectiva como remedio contra el paludismo y algunas enfermedades urinarias.

Últimos estudios realizados por un grupo de científicos de la Universidad de Granada, pertenecientes al Departamento de Química Orgánica y al Instituto de Biotecnologíadan indicios de que esta planta puede ser una fuente natural para la obtención de inhibidores de la vasodilatación neurogénica, lo que tendría una aplicación inmediata en casos de migraña y distintos tipos de cáncer. También se han detectado efectos inhibitorios contra el virus del SIDA, hepatitis B y C, llegándose a patentar composiciones antivirales en las que las distintas fórmulas estaban compuestas de extractos de Dittrichia viscosa, entre otras especies vegetales.

También se ha utilizado como sucedáneo del tabaco por lo que también es conocida como “altabaca” o como herramienta para eliminar los pinchos de los higos chumbos tras un fuerte barrido. Asimismo, sus flores secas, una vez caídas las semillas, son apreciadas en composiciones florales.

Actualmente se usa como planta fitorremediadora, porque es capaz de recuperar terrenos contaminados por metales pesados, especialmente plomo y mercurio, ya que sus raíces pueden acumular grandes concentraciones de tóxicos en su sistema radical y en la parte aérea metales pesados.

Texto y fotos: Javier Munilla

Viñeta

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