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Julio Robisco en el casco antiguo de Sigüenza

Julio Luis Robisco Envid, seguntino, estudió en Sigüenza y es abogado de profesión. Es sobrino del añorado pintor Máximo Robisco. Ha publicado ya cinco libros: Las cadenas rompiéndose, Conversaciones de mesa camilla, Cartas de navegación humana, Locos por la libertad y La noche más larga.

¿Cómo empezó tu interés por la literatura?
No lo sé, me gustaba mucho leer. Cuando empecé a leer, empecé también a escribir y en un momento determinado enseñé a la gente lo que escribía y resultó que hubo mucha gente a la que gustaba, José Rodríguez, director honorario. de la Academia Filipina de la Lengua Española me animó a publicar. Mi primer libro que publiqué se titula “Las cadenas rompiéndose” y se presenta como una antología poética de presos, en la editorial me dijeron que tenía que pedir permiso a los presos, les tuve que explicar que es una autoría ficticia que invento. En otro de mis libros son unos locos los que presento como autores ficticios. En ambos combino la prosa con la poesía. El segundo libro, editado por una Asociación de Sigüenza me lo prorrogó el mismo José Rodríguez Rodríguez y me ayudaron dos amigas mías.

¿Tu vocación artística ha tenido algo que ver con tu pariente Máximo Robisco?
Yo me ha llevado muy bien con mi tío Maxi y hemos tenido muchas cosas en común. Pero él era pintor y el escribir es una cosa distinta. Simplemente fue una relación entre gente a la que le gustaba el arte.

¿Qué tipo de poesía escribes?
Me gustan más los versos que llevan una métrica clásica, aunque también practico el verso libre, aunque para mí el verso libre como tal no existe, tiene unas reglas más difíciles, más complejas pero que  también existen. Las reglas suelen ser de acentos.

El último libro he hecho algunos poemas con verso libre. Hay que acostumbrase a leer, pero cuando te acostumbras, con esfuerzo y trabajo, al final lo vas comprendiendo.
 
¿Es un género complicado la poesía?
La poesía es como todo, no estamos acostumbrados a leer poesía, a la gente parece que le asusta. Lo bueno que tiene es que a través de la poesía puedes apreciar cosas maravillosas. Para la poesía se requiere un poco de poso intelectual, de tranquilidad y muchas veces se opta por la narrativa por ser más cómodo. En la poesía, cuando se juega con las medidas, los acentos, las distorsiones de la gramática, en un momento tienes que pensar y a mucha gente le cuesta ponerse.

¿Es complicado publicar?
Es difícil porque lo primero que te tienen que hacer es que te lean, ahora mismo si no tienes nombre, estamos hablando no de narrativa sino de poesía, nadie va a ganar dinero. ¿Cómo? Tener suerte. Lograr que te lean, el último libro que me ha editado “Huerga y Fierro”, uno está hecho en Sigüenza, otro en Madrid, otro en Salamanca. Ha sido casual pero me ha gustado cambiar de editorial.

¿Cómo se aprende a escribir?
Se aprende de dos maneras, leyendo y escribiendo. Hay gente que no tiene estudios y son muy buenos escritores. Miguel Hérnandez. Y luego que alguien te vaya introduciendo en los secretos de la escritura. A mí por ejemplo he leído y me han encantado Dámaso Alonso y Carlos Bousoño. Dámaso Alonso era una maravilla como explicaba la poesía. Y Carlos Bousoños también. Tienen unos libros que creo que son la referencia en lengua española. En narrativa extranjera Intento leer buenas traducciones ya que no sé idiomas. Me gustan los clásicos, Dickens, Emily Dikingson.

¿Cómo sacas tiempo para escribir?
Te puedo decir que es mucho esfuerzo pero lo que te gusta el esfuerzo no existe. A mucha gente le gusta ir de cervezas, está muy a gusto, a mí me gusta leer y escribir, estoy muy a gusto. Es esfuerzo pero vale la pena por la gente que conoces, que te den la enhorabuena, muchas cosas. Lo que intentas es coger una rutina para leer y para escribir.

¿Qué consejos darías a la gente que empieza?
Leer mucho y aprender de las críticas que te digan. A mí hasta que me han dicho que escribía bien han tardado muchos años. Si tienes la suerte de conocer a alguien luego te van ayudar mucho.

¿Cómo ves el panorama de la literatura española?
Creo que es muy comercial, hay muchos libros que se publican de pequeñas tiradas que no salen adelante pero creo que a la larga saldrán adelante, a mí hay escritores que me gustan mucho y que la gente apenas lee.

Cuáles son tus proyectos futuros
Este año voy a intentar publicar otro libro. Tengo ya cosas escritas y mi propósito es seguir trabajando.

 

EL NIÑO GITANO

El cinco de enero
lustran los zapatos
llenos de gozo los niños que esperan
a los Reyes Magos.

—“ Reyes Baltasar,
Melchor y Gaspar:
he sido bueno y para seguir
rezo sin cesar.

Herrén es la paja
para los caballos,
las copas de vino para vosotros
que entregáis regalos”.

Ya duermen los niños
soñando juguetes
que les nacen y nutren de esperanza.
son amaneceres.

Rebulle y crece
la sangre en la albarda.
sangre del padre que antes de Mago
fue rey de la casa.

Ilusión de padre,
ilusión de hijo.
savia soleada en la raigambre,
salón encendido.

El cinco de enero,
el niño gitano
coloca una lata en la puerta.
No tiene zapatos.

— “Mis queridos Reyes:
Yo quiero montar
para disfrutar vuestros caballos,
verlos relinchar.

No quiero juguetes,
deseo, no más,
que mis padres hallen cualquier trabajo
y olviden el bar”.

Los padres gitanos
se encuentran borrachos.
¡Qué dolor despertar viendo al hijo
falto de regalos!

Saben que los Magos
no van ese día
a las chabolas y que es su regalo
la lata vacía.

Día seis de enero,
retozan los niños
en las calles llenas de alegría
con nuevos amigos.

Brinca en las casas
la felicidad
que rezuman los brillantes juguetes
que desean jugar.

Día seis de enero,
no lleva zapatos
el niño gitano que con la aurora
camina al trabajo.

El niño gitano
va al basurero
como cada día a buscar chatarra
No hay seis de enero.

El niño gitano
cree que es niño malo,
pensó en robar zapatos y los Reyes
Lo han castigado.

Del libro de Julio Robisco: “Conversaciones de mesa camilla”. Sigüenza 2007.

Viñeta

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