En primer lugar queremos saber qué es la Asociación río Dulce y Salado, cuando se constituyó, cuáles son son sus objetivos, quienes la componen, quién puede pertenecer y cuál es tu papel dentro de ella.
La Asociación del río Dulce y el río Salado se constituyó hace poco más de un año y está abierta y formada por vecinos/as de los pueblos de las cuencas de ambos ríos con interés en promover un modelo de desarrollo rural sostenible. A pesar de lo manoseado del término, muchas personas seguimos creyendo que estos municipios pueden ser productivos y habitados, ya que albergan valores y potencialidades muy positivas.
Recientemente se ha firmado un convenio de Custodia del Territorio entre la Asociación río Dulce y Salado y la finca El Quiñón en La Torresaviñán. ¿En qué consiste la figura de Custodia del Territorio?
La Custodia del Territorio es una herramienta de conservación participativa de la naturaleza y de potenciación de fincas basada en acuerdos (o contratos de custodia) voluntarios, establecidos entre el propietario o gestor de una finca y una entidad de custodia, en este caso, nuestra Asociación. No implica dejar de hacer usos agrícolas, ganaderos o cinegéticos, sino hacerlos de forma duradera.
¿Cuáles son las características de este acuerdo en concreto?
El acuerdo que hemos firmado en El Quiñon, recoge la gestión de agricultura ecológica llevada a cabo en la finca y la apoya para años venideros con acciones, en este caso de voluntariado de vecinos/as del municipio, como la plantación de un seto de lavanda y romero en uno de los linderos de la finca. Este tipo de setos ayudan a reducir la pérdida de nutrientes del suelo o la erosión por viento, y además de constituir refugios para especies de caza menor, suponen una mejora de la calidad de la miel de colmenas próximas, en este caso, a menos de 300m del seto. Con una misma acción salen ganando agricultores, cazadores, apicultores y vecinos del pueblo que podrán disfrutar de la mayor calidad paisajística que supondrá el florecimiento de este seto de considerables dimensiones.
También recientemente se han dado a conocer los planes para instalar cuatro campos eólicos en varias zonas cercanas: Sigüenza, Baides, Navalpotro y Algora. ¿En qué fase se encuentran? ¿Quién es el organismo competente en última instancia para decidir su realización o no?
Estos proyectos se encuentran en fase de alegaciones al documento de alcance del proceso de Evaluación Ambiental que serán recogidas por el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente. A pesar del sospechoso secretismo con el que se ha “presentado” el proyecto, la ciudadanía podrá presentar alegaciones en esta fase, y en la resultante de la Declaración de Impacto Ambiental. Resulta difícil de comprender por qué se han ocultado estos 4 proyectos si los promotores están tan convencidos del carácter beneficioso de los mismos para el interés general.
¿Cuál es la postura de la Asociación del río Dulce y del río Salado sobre la energía eólica en general?
Asumiendo que la energía solar es igual de “limpia”, más democratizable en cuanto a la redistribución de sus beneficios económicos y no produce tantos impactos; la energía eólica también es una buena fuente de producción de energía en algunos espacios lejanos de poblaciones habitadas (como zonas marinas, puertos o polígonos industriales).
Multitud de estudios técnicos señalan que se puede incrementar la potencia producida instalándola solo en esos emplazamientos y sustituyendo los molinos de los parques actuales por molinos de mayor rendimiento.
¿Qué ventajas y/o inconvenientes veís en estos proyectos en general y en particular en el de mayor envergadura que afectaría a los términos municipales de Sigüenza, Sienes y Miño de Medinaceli?
Este tipo concreto de parques eólicos no fijan población, ni crean empleo. Los operarios de la construcción del mismo son casi siempre de fuera, y los de la fase de mantenimiento son muy pocos (menos de los empleos reales o potenciales que destruyen).
Las fuentes de empleo local y de población (potencial o actual) se ven completamente aniquiladas (turismo rural) o muy mermadas (pastoreo), por lo que el balance de empleo es negativo. Las posibilidades de re-población de las localidades queda seriamente dañada.
La instalación de un parque eólico con decenas de molinos de más de 120 m de altura, acompañado de un sistema parpadeante de iluminación nocturna, altera el paisaje y las condiciones de tranquilidad de cualquier pueblo.
Las visitas al pueblo dejan de ser apetecibles y se deteriora el vínculo entre “hijos del pueblo”, los actuales habitantes y la propia localidad. Estas pérdidas afectivas, de identidad rural y de cohesión social, familiar y vecinal, incluso la basada solo en determinadas fechas (verano, semana santa, puentes, etc) no son absolutamente compensadas con los pagos que propietarios y Ayuntamiento recibirían por la empresa energética.
Hay 30 días desde el 9 de marzo para presentar alegaciones por parte de entidades e instituciones notificadas. La Asociación las presentará junto a otras entidades. Además después de que se presente la Evaluación de Impacto Ambiental, cualquier ciudadano podrá alegar también.
¿Cuál es la postura de la asociación ante los proyectos de macro granjas de cerdos que proliferan cada vez más?
Se trata de macro-proyectos, al igual que la energía eólica, de elevado impacto social y ambiental, y de saldo negativo de empleo, ya que destruyen muchos más puestos de trabajo de los que crean. ¿Cuál es el balance laboral de macro-granjas frente a empleos de turismo rural o ligados a la ganadería extensiva? ¿Son rentables estas macro-granjas si afrontaran los gastos de descontaminación de acuíferos o el gasto sanitario ligado a las resistencias de los antibióticos con los que inflan a sus cerdos? ¿Esto es emprendimiento responsable o feudalismo de amiguetes subvencionado por el resto de la ciudadanía?
¿Qué alternativas propone la asociación para el desarrollo de la comarca?
Apostar por la producción alimentaria de calidad y territorializada en cuanto al control de la cadena de valor, es decir, transformando esa materia prima y creando empleo en la propia comarca.
Se trata de un modelo no solo compatible, sino sinérgico con el desarrollo del turismo rural u otras actividades como la gestión forestal y cinegética. A diferencia de los macro-proyectos porcinos o eólicos, no son piezas excluyentes, sino complementarias.
¿Quieres añadir algo más sobre las actuaciones de la Asociación y sobre la manera de ponerse en contacto con ella?
En breve “inauguraremos” nuestra web, dónde también habrá un contacto. Además, vamos a hacer charlas y talleres en diferentes pueblos en relación a la mejora de la agricultura, la ganadería, la caza o el turismo rural. Todo ello desde una perspectiva de desarrollo rural, no desde obsoletas formas de “conservación”, basadas en prohibir todo tipo de actividad humana, que se han demostrado negativas incluso para la propia naturaleza.
David Molina