Entrevista a Lara Castellanos, bióloga y monitora ambiental en el Centro de Interpretación del Parque en Pelegrina.
¿Cuál es el perfil del visitante del Parque?
Vienen familias con niños pequeños y parejitas ya de cierta edad, jóvenes vienen menos. Normalmente la gente quiere información sobre las rutas y los senderos para recorrer en el Parque. La mayoría de los visitantes vienen de Madrid aunque este año he notado que viene también gente de otros lugares. Aunque yo solo tengo datos de la gente que se pasa por el Centro de Interpretación, la gente de Sigüenza, por ejemplo, normalmente no pasa por allí. Uno de los problemas es que el Centro está en el interior del pueblo y la ruta del barranco empieza a la entrada, hay gente que ni siquiera se acerca porque no sabe que existe ya que estuvo cerrado durante años.
Lara con un cuadernillo de las aves presentes en el parque.
¿Cuál es la labor de un Centro de Interpretación como el de Pelegrina?
En el Centro cuentas con una exposición interpretativa sobre los valores naturales del parque, se tocan todos los puntos de manera concisa, a mí me gusta cómo está presentada la información. Luego en la planta de arriba hay un mirador desde donde puedes observar las cascadas.Yo utilizo en las explicaciones un lenguaje muy simple para que todo el mundo lo entienda. Muchas veces vienen después de hacerse el paseíto y cuando les cuentas toda la información te dicen que tenían que haber venido antes para enterarse de todo. Si tengo tiempo igual puedo estar con una familia una hora y media, yo me adapto a lo que quiera el visitante, si quiere solo el folleto y si quiere profundizar más. La gente que pasa por el Centro es aproximadamente un 40% de los que visitan el parque. Este año el Centro se abrió de marzo a noviembre, más que otros años. Que se mantuviera el centro abierto todo el año sería lo óptimo.
Una de las principales labores de los monitores es concienciar a los visitantes del valor del parque, porque como decía Félix Rodríguez de la Fuente, cuando conoces algo, lo valoras, lo quieres y lo proteges. Es interesante que exista el Centro para concienciar a los visitantes, muchas veces los malos comportamientos son más por ignorancia que por vandalismo. A veces me dicen que solo han cogido una manzana, les digo, sí pero por aquí pasan 3.000 personas cada fin de semana, a manzana por personas son 3.000 manzanas. Creo que la educación ambiental hace más falta en las nuevas generación que en la mía. Félix Rodríguez de la Fuente hizo una labor muy importante, nos concienció mucho, mientras las nuevas generaciones ni siquiera han oído hablar de él. Una anécdota: cuando estaba de monitora en el Alto Tajo, un día me dicen unos niños: ¡Seño, seño, hemos visto una mariposa así de grande! Como llevaban móvil me enseñan la foto. ¡Si es la Graellsia Isabellae!, les pregunto: ¿dónde está? y me dicen: ya la hemos matado... era una especie que llga a los 10 centímetros de interés especial y protegida a nivel europeo. Pues nada, la vieron, hicieron una foto y la mataron.
¿Qué rutas puede recorrer el visitante?
Dentro de lo que es la hoz de Pelegrina hay marcados dos senderos señalizados con colores, uno es azul y otro naranja. Ambos son muy transitables, de dificultad mínima. La ruta naranja es la que va por el centro del barranco, se baja desde el pueblo de Pelegrina, vas por el bosque de ribera al lado del río y vuelves a subir, son apenas 4 kilómetros. El río Dulce tiene en este tramo dos pasarelas, una que es un puente al bajar y otra que es una pasarela de piedras al final casi junto a la cascada. Es la que suele hacer todo el mundo. La otra ruta, la azul, lo que hace es combinar el fondo del valle y los páramos, hay un momento que sube por la ladera y llega a los páramos pudiéndose divisar la factura del cañón por arriba. Pasa por los miradores de la cascada Gollorio viéndola desde arriba hacia abajo.
¿Cuáles son los valores del Parque?
La gente no suele tener en cuenta los valores geológicos pero son muy importantes. Cuando les cuentas que hace doscientos millones de años todo esto estaba cubierto por el mar y por eso encontramos fósiles marinos, se sorprenden. Aparte de los fósiles, puedes ver dolinas, pliegues, desprendimientos de ladera, un montón de fenómenos geológicos. A nivel faunístico y florístico estamos en un ecotono, que es lo que los biólogos llaman un lugar donde se juntan varios ecosistemas distintos. Eso hace que la diversidad faunística y florística sea tremenda. Tenemos las parameras que tienen un tipo de vegetación y fauna; el quejigal donde aparecen otro tipo de especies. Luego está el cañón en el que existe un microclima, tienes allí el bosque de ribera con sus pájaros y su flora, además están las diferencias entre solanas y umbrías.
Formación rocosa con la vista del castillo de Pelegrina al fondo.
¿Qué aves se pueden ver en el Parque?
Solemos distinguir las aves según sus hábitats, entre las esteparias puedes encontrar por ejemplo a la avutarda y perdices en las tierras de cultivo. Por otro lado puedes ver aves forestales, un martín pescador, un mirlo acuático. Si vas al quejigal te encuentras con aves como el alcaudón, los pinzones, los arrendajos. En los cortados están las aves rupícolas que nidifican allí, el buitre leonado, el alimoche. También se puede ver el águila perdicera, que está en peligro de extinción y el águila real que está clasificada como vulnerable.
¿Cuál es la mejor época para visitar Pelegrina?
Todas las épocas son buenas. Se nota mucho el cambio estacional. A nivel paisajístico no es lo mismo ver el cañón en primavera, con los tonos verdes y las dos cascadas que en el verano, con todo agostado donde hay años en que se seca el tramo alto del río. El paisaje es diferente en otoño con los cromatismos de esta época, es muy bonito ver el contraste entre el bosque de ribera por el cañón y la vegetación de las parameras. En invierno, si hay suerte y nieva, el paisaje también es espectacular. Si lo que te interesa son las aves la mejor época sería el verano, se pueden ver todas las aves residentes más las que vienen. Luego también en invierno tienes las paradas nupciales de las rapaces que son preciosas de ver.
La gente de los pueblos se queja en ocasiones de conductas inapropiadas de los visitantes...
Los que tienen casas rurales, comercios y bares aprovechan la existencia del Parque pero para muchos otros, supone más un problema que un beneficio. Les roban manzanas, nueces, aparcan en sus eras, atascan las salidas de los pueblos. Quizá habría que en algún momento que reducir el acceso o que este fuera controlado, aunque solo fuera por el problema del aparcamiento, sobre todo en época de nidificación. Lo que a mí sí me gustaría que ocurriese es que la declaración de parque natural redundara en aquellos que han sido responsables de que eso se haya mantenido; es decir, de los pobladores de Pelegrina y de todo lo que es el río Dulce. Deberían ser compatibles las labores tradicionales con la figura del parque y que se contase más con la población local. No sé la manera concreta pero debería ser así. Muchas veces las leyes se hacen de golpe y sin tener en cuenta las condiciones concretas de cada sitio. Yo creo que no ha habido suficiente comunicación entre la población y los gestores del Parque. Si no se comentan a los gestores los problemas que existen, no lo van a saber. Afortunadamente las cosas ahora están cambiando y se están empezando a hacer cosas para solucionar esos problemas.
Actividades en el parque natural
Lara Castellanos explica las actividades del pasado mes de noviembre en el parque: “Se hicieron dos actividades. La primera, el día 5, dirigida a los niños, consistió en pintar casitas para pájaros. Con la excusa de decorar estas cajas se explicaban las especies invernantes que hay en el parque y que podrían nidificar en ellas, además se hizo un ejercicio onomatopéyico tratando de imitar los cantos de los pájaros. Se hicieron cuadernillos con dibujos de pájaros de tal manera que los niños pudieran poner los colores de cada uno de ellos. En las páginas en blanco los niños colocaron las hojas distintas de los árboles caducifolios. Fue una actividad realizada dentro del Centro de Interpretación, que tuvo mucho éxito".
"La siguiente actividad, el 12 de diciembre, consistió en hacer una ruta por el parque para encontrar las aves que previamente habían sido dibujadas en unos cuadernillos. Se apuntó mucha gente y se pudieron identificar gran cantidad de pájaros. Se pretende que en la temporada próxima este tipo de actividades se realicen ya de manera rutinaria en el parque, estaría bien organizar también visitas escolares”.
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Actividad de decorar cajas nido en el Centro de Interpretación.
Las cajas nido, una vez pintadas
Salida al parque para identificar las aves.