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El pasado domingo 19 de junio tuvo lugar en el antiguo edificio de la escuela de música de la Plazuela de la Cárcel de Sigüenza, la inauguración del II Ciclo de conferencias sobre arqueología, que ha organizado por el Museo de Molina.

La conferencia “Neandertales y humanos modernos en la cueva de Los Casares” fue presentada por el director del Museo de Molina, Manolo Monasterio y por el alcalde de Sigüenza y presidente de la Diputación, José Manuel Latre, corriendo la organización a cargo de Daniel Pérez Moreno.

Intervinieron como ponentes, Manuel Alcaraz Castaño y José Javier Alcolea Gonzálea que en la actualidad investigan, junto a un equipo de investigadores multidisciplinar, los yacimientos de la cueva gracias a unas ayudas de la Unión Europea. El Museo de Molina regaló a los conferenciantes el libro de Actas del VII Congreso de los Celtíberos, celebrado en Daroca (Zaragoza) y la Guía del Geoparque Señorío de Molina y Alto Tajo.

Manuel Alcaraz Castaño.

En primer lugar intervino Manuel Alcaraz Castaño, del Neanderthal Museum de Mettmann (Alemania), indicando que la cueva de Los Casares, situada en las parameras de Molina de Aragón, en la Riba de Saelices, era uno de los yacimientos más importantes de la provincia Señaló que en 2014 se habían reanudado la investigaciones en la cueva tras un periodo sin trabajos. Habló sobre la posición estratégica de la cueva situada a 1050 metros sobre el nivel del mar lo que posibilitaba dominar a los ocupantes desde la altura las posibles presas. Señaló las evidencias encontradas acerca de la presencia de asentamientos del hombre de Neandertal en la cueva de Los Casares. Vivieron en una era interglacial en las que las temperaturas eran similiares a las actuales.

En su intervención quiso desterrar el mito que presenta tradicionalmente esta especie humana como un ser embrutecido. Afirmó que hay señales que evidencian que el hombre de Neandertal, un grupo humano que se extendió por Europa y Asia occidental hace 300.000 años, además de construir herramientas líticas, como las que se han encontrado en la cueva, también tenía comportamiento simbólico ya que se han encontrado sepulturas neandertales.

Señaló que desde 2010 se conoce que hubo varios episodios de hibridación con mezcla genética del hombre de neandertal con el humano moderno que surgió hace 200.000 años en África y al llegar a Eurasia convivieron y en algunos casos se mezclaron. Este proceso de hibridación según los últimos estudios se produjo en el cercano oriente y en Europa central, aunque no se han encontrado evidencias de esta hibridación en la península ibérica, donde se supone que pervivieron más tiempo. Al respecto habló de que los europeos tenemos un 3% de genoma neardental, fruto de esta hibridación.

En la cueva se han encontrado restos líticos de pedernal que se puede asegurar que pertenecen al paleolítico medio y por lo tanto sus autores eran neandertales. Tras las excavaciones de los años 60 por parte de Ignacio Barandiarán en las que se identifican dentro de la cueva dos yacimientos del Paleolítico Medio. El más exterior señaló que está arrasado por la utilización moderna de la cueva, pero en el más interior, donde no da la luz del sol, Barandiarán encontró restos de industria lítica del periodo musteriense correspondiente al Paleolítico Medio y incluso un hueso neandertal hoy perdido.

Señaló la importancia de retomar las investigaciones en la cueva de Los Casares, ya que en su opinión es un yacimiento desaprovechado y hoy en día existen mejores métodos que hace 50 años para entender el poblamiento neardental de la península ibérica. De las nuevas investigaciones se encarga un equipo interdisciplinar en el que están los dos ponentes y en el que participan varias universidades e instituciones. Manuel Alcaraz precisó que han continuado las investigaciones de Barandiarán. Se ha encontrado restos de industria lítica así como de restos de fauna de la época del musteriense con marcas de cortes que señalan que fue cazada y consumida por neandertales. Habló también de la dificultad para datar el yacimiento, se ha utilizado los restos de la fauna asociados al yacimiento así como la flora, especialmente el polen. Con estos datos fechó el yacimiento del Paleolítico Medio entre 120.000 años y 80.000 años antes de nuestra era. Terminó diciendo que hay pocos yacimientos de esta clase en el centro peninsular y que por tanto es importante proseguir las investigaciones.

José Javier Alcolea González

José Javier Alcolea González del Área de Prehistoria de la Universidad de Alcalá habló por su parte de lo que hace a la cueva de Los Casares conocida por el gran público, que es su ampllia presencia del llamado arte paleolítico.

En la investigación que se lleva a cabo en la actualidad una de las cosas que se trataba de encontrar es algún resto arqueológico que tuviera que ver con los grabados de la Cueva, es decir restos del Paleolítico superior. Ahora mismo no queda ningún resto relacionable con las escenas grabadas en las paredes de la cueva. Alcolea habló de lo que se conoce actualmente sobre la época de los grabados de la cueva de los Casares. Los autores no son ya pobladores neardentales sino humanos modernos, los Cromañones. Vivieron allí en un periodo frío en el que entre la fauna, existía el rinoceronte lanudo representado en la cueva, que era propio de ese clima.

Habló en su intervención que el único estudio que conocíamos hasta ahora era el de Juan Cabré que investigó la cueva en 1935, importante en su época pero que adolece de una falta de tecnología aplicable a estos grafismos que ahora está a nuestra disposición.Teniendo en cuanta que las grafías es aquello que más tirón popular tiene en la cueva de los Casares quiso en su intervención dar a conocer el conocimiento científico que existe actualmente sobre dicha cueva. Señaló que los grabados y pinturas encontrados allí no son algo aislado sino que son manifestaciones de los primeros pobladores Cromañón que se repiten mucho tanto en la meseta como en toda Europa. Los grafitos son un conjunto interior, que está dentro de la cueva, con más de 150 figuras reconocibles asociadas a fauna de la época o a figuras humanas o signos. Esto convierte a la cueva en uno de los conjuntos prehistóricos con grabados más importantes de toda Europa occidental. Son más grabados que pinturas.

Una de las figuras más famosas de la cueva es la representación de un rinoceronte lanudo, hay caballos, ciervos, etc. lo que nos indica la fauna de la época y las condiciones climáticas del final de la última glaciación con fríos mayores que los actuales. En el paleolítico la figura humana suelen ser muy escasas, sin embargo en la cueva de los Casares hay una gran abundancia de figuras humanas. No son figuras realistas sino más simbólicas que las representaciones de los animales. Son figuras humanas animalizadas. Se trata de composiciones monumentales que no siguen reglas de perspectiva sino que se jerarquizan por la importancia de cada una de ellas. Son creaciones sincrónicas en los que los humanos que las realizaban plasmaban un mensaje. Rechazó las interpretaciones esotéricas de estas figuras y la mala divulgación que crea una serie de tópicos, como una figura llamada “el nadador” que se interpreta como que se está tirando al agua cuando simplemente es una figura humanioide que está colocada invertida.

En cuanto a la cronología las grafías prehistóricas también son difíciles de datar pero se propone una datación que va entre los 25.000 años al 13.000 años antes de nuestra era, basada en criterios estilísticos comparando elementos bien datados con otros que no están bien datados. Y afinando más en dos momentos, en uno de ellos cercano a los 25.000 años y otro posterior cercano a los 13.000 años. Se enmarcan en el estilo de otras manifestaciones artísticas del centro de la península durante las postrimerías de la última glaciación. En este entorno señaló que se conocen unos 25 yacimientos de grafismos rupestres entre ellos uno muy importante, la llamada cueva del Reno descubierta hace 10 años por él mismo. También señaló que el arte rupestre no se circunscribe a cuevas sino que la forma habitual de estas manifestaciones artísticas era en lugares al exterior, lo que ocurre es que estas han desaparecido por el paso del tiempo.

José Javier Alcolea González terminó su intervención afirmando que la cueva es un yacimiento excepcional que debe protegerse, divulgarse y estudiarse pero siempre desde los argumentos científicos y culturales, tratando de evitar los planteamientos de la pseudociencia que a veces se han introducido en esta cueva, hablando de extraterrestres o de interpretaciones descabelladas que se han vertido sobre la cueva.