Luis Montalvo Guitart
Luna Azul de Sangre. Referencia: La Imagen Astronómica del Día (NASA), 3 de octubre del 2015.

¡Vaya lío! La prensa y el WhatsApp nos bombardean con noticias continuas sobre la Luna, Superluna, Luna Azul, Luna de Sangre, eclipses de Luna… que no ocurren desde hace no sé cuántos años y que no se repetirán hasta no sé cuándo.

Pero ¿qué es todo esto? y ¿qué importancia tiene? Revisemos lo que sabemos del asunto.

La órbita de la Luna es una elipse con una pequeña excentricidad (0,05), casi circular, en uno de cuyos focos se encuentra la Tierra. La Luna da una vuelta a su órbita (año lunar) cada 27,30 días terrestres. Como la Tierra también se mueve, desde aquí parece que da una vuelta completa respecto de las estrellas fijas cada 29,51días terrestres. En el calendario lunar terrestre, esto es lo que llamamos mes lunar.

La Luna da una vuelta sobre sí misma (día lunar) cada 29,51 días terrestres, por eso siempre vemos una cara de la Luna y no vemos la parte “de atrás”, la cara oculta.

La Luna se encuentra a unos 384.400 km y la vemos con un diámetro angular medio de 31,09’ (minutos angulares). El Sol se encuentra a unos 149.597.900 km y tiene un diámetro angular medio de 32,04’. Lo que significa que, vistos ambos astros desde la Tierra, parecen casi iguales en tamaño. Esta casualidad hace que en nuestro planeta los eclipses de Sol y los de Luna puedan ser, uno y otro, eclipses totales (si viéramos mayor uno de los dos, el grande taparía completamente al chico, pero no al revés).

Ahora veamos de lo que tanto hablan las televisiones, las radios y Twitter.

Superluna

Como la órbita de la Luna es una elipse, en algunos momentos está más lejos de la Tierra (apogeo) y en otros más cerca (perigeo). Si una luna llena coincide más o menos con el último punto, la Luna se verá un poco más grande. ¿Cuánto?, pues un 14 % mayor en superficie. Esto no es apreciable a simple vista; aunque en esa situación la Luna es bastante más brillante, lo que origina un orto (salida) y un ocaso lunares espectaculares. Se da muy a menudo, habitualmente unas cuatro o cinco seguidas.

El término Superluna fue acuñado en 1979 por un astrólogo es, por tanto, moderno. Con esas credenciales, ya se ve que no sirve para mucho en la Astronomía…

Luna Azul

Se llama Luna Azul a la segunda luna llena en el mismo mes solar del calendario normal (el gregoriano). Como el mes lunar es de 29,51 días terrestres, en todos los meses solares, salvo en febrero, la Luna pasa dos veces por la fase que tuviera a primeros de mes. A veces la fase que se repite es la luna llena y esa circunstancia se observa al menos cada dos o tres años.

No tiene ningún valor científico, ya que se trata de una simple casualidad numérica: el calendario de doce meses de 28 a 31días es una convención humana. La Luna Azul no es nada, astronómicamente hablando.

Luna de Sangre

Cuando se produce un eclipse lunar, es decir, cuando la Tierra se sitúa entre el Sol y la Luna, la luz del Sol que habitualmente llega a la Luna queda cegada por nuestro planeta, la Luna no debería verse, ya que no tiene luz propia. Sin embargo, la Tierra tiene atmósfera y desvía los rayos de luz haciendo que, en el momento de máxima oscuridad, la Luna se vea ligeramente. En muchas ocasiones, la refracción de la atmósfera producida por el polvo terrestre hace que esa luz tenga tintes rojos, coloreando a nuestro satélite. También puede verse de color cobrizo en los ortos y los ocasos, y cuando ha habido un gran incendio o una erupción volcánica.

La Luna de Sangre es un fenómeno meteorológico reflejado en la Luna; el orto y el ocaso de la Superluna son un efecto óptico espectacular y la Luna Azul, poco más que una curiosidad administrativa. En general, mucho ruido mediático y pocas nueces científicas.