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Antigoni Goni es conocida por los seguntinos por los magníficos conciertos de guitarra que ha ofrecido en nuestra ciudad de la mano de la Asociación Romanillos- Harris; ella mantiene una estrecha relación con la familia desde que adquiriera en 1.989 su guitarra Romanillos “La Boda”; al cumplir José Luis los 85 años (en 2017) ofreció un concierto en El Pósito, y fue entonces cuando se planteó un regalo para cuando celebrara los 90, es el que nos presentó en este concierto aunque el guitarrero ya no esté entre nosotros. Según el programa de mano: “Tras su fallecimiento, el proyecto renació como un tributo a la artesanía sin igual, el compromiso artístico total y la capacidad única de hacer vibrar las cuerdas de nuestras emociones más profundas que hicieron único a José L. Romanillos”.

Marian y palabras de otro luthier alemán.

Antigoni Goni con La Medio Siglo.

https://youtu.be/v3ZN5fy4rbI

https://youtu.be/pJzBH-SJE8E

A. Goni con La Amistad

https://youtu.be/HpgHpaHETQM

https://youtu.be/yvDVVhehP9Y

A.Goni con La Rosa.

h.ttps://youtu.be/YO9JUxORXzg

https://youtu.be/RxgwPsEkveU

A. Goni con Marian.

https://youtu.be/WIR4JHitzOg

https://youtu.be/ypXgxhoqb3Y

La reunión de las cuatro últimas guitarras construidas por Romanillos, “La Rosa”, “La Amistad”, “Marian” y “La Medio Siglo” para el concierto de la música que más le gustaba, resultó memorable, y más en las manos de los guitarristas que escuchamos; no creo que sea exagerado si lo comparásemos a un concierto con los “Stradivarius” del Palacio Real, hablamos, en ambos casos, de unos instrumentos de reconocido prestigio por su calidad y sonido inigualable. Reunir estas guitarras españolas, presentarlas por sus nombres y características, y escuchar en ellas obras de autores españoles como Francisco Tárrega, Miguel Llobet y transcripciones para guitarra de Enrique Granados, ha sido un fantástico logro; lo que se ha grabado previamente en un álbum y escuchamos después en este concierto, es difícilmente repetible. Creo que el público presente nos llevamos algo histórico en el registro de nuestra memoria.

A. Goni y Maarten Vandenbemden

https://youtu.be/r8e760y5Wi4

https://youtu.be/-bQv_OlpyL0

Luca Isolani, Antigoni Goni y Maarten Vandenbemden

Antigoni Goni fue presentando cada guitarra por su nombre, el porqué del mismo y el motivo de la elección para tocar en ella esas dos o tres piezas; una delicia de delicados sonidos con la magia de la marca para obras clásicas de Tárrega o Llobet. Tras esas excelentes interpretaciones de solista, se unió Maarten Vandenbemden con “La Amistad” para ofrecernos un arreglo de Maarten de “Oriental”, seguido de “Rondalla Aragonesa” en arreglo de M. Llobet, ambas de Enrique Granados, unas interpretaciones llenas de maravillosos sonidos, fraseos y dinámicas, que fueron muy aplaudidas. Para el broche final se unió Luca Isolani con “Marian” juntando así al trio completo de “The Volterra Project Guitar” con tres “Romanillos” en sus manos; escuchamos los “Valses Poéticos” de Enrique Granados en arreglo de Maarten, estupenda ejecución, precioso arreglo donde las guitarras van hablando unas con otras, sonidos únicos que el público disfrutamos y mostramos con una prolongada ovación al finalizar. Emocionante final ya que no podía acabar de otra forma que subiendo Marian Harris al escenario a petición de Antigoni Goni que se deshizo en agradecimientos y cariño; el público, de pie, se mantuvo con otra gran ovación al maestro violero, a su esposa Marian, a Antigoni y a su trio Volterra. Una tarde muy especial y emotiva para todos. Con toda seguridad al maestro le habría encantado también.

https://youtu.be/Uc9cRyJ2dXk

 

Saludo final de “The Volterra Project Guitar”

Palabras finales de Antigoni Goni y Marian Harris.

https://youtu.be/bg63NIaxbog

Hemos de decir que parte del público no llegó a escuchar las palabras pues los micros estaban lejos, y también que echaron de menos que no se tradujeran las intervenciones habladas en inglés, salvando la del principio. En cuanto al sonido de las guitarras ya se sabe que en El Pósito, a partir de la mitad hacia el fondo, no llegan los sonidos apianados como los delicados armónicos de la guitarra, pero es la única sala que admite que casi 200 personas estuviéramos en el concierto que sirvió de homenaje a nuestro ilustre violero.

Sajor